Comentario
En el valle de Oaxaca se produce un fenómeno muy similar al sucedido en otros sitios de Mesoamérica durante el Clásico, que está definido por la complejidad cultural generalizada, el aumento de los centros urbanos y la nucleación de la población en torno a las grandes ciudades, ante las expectativas económicas y de promoción social que ofrecen densidades urbanas. Monte Albán es el asentamiento que cataliza estos fenómenos en el valle de Oaxaca, concentrando alrededor de 17.000 individuos a inicios del Clásico y llegando a los 24.000 habitantes en el Clásico Tardío.Para organizar esta afluencia de emigrantes, los dirigentes de la ciudad hubieron de disponer de un sistema de terrazas que literalmente cubrieron toda la pequeña colina en la que se instala el centro ceremonial y otras elevaciones circundantes; en estas terrazas se situaban chozas de forma rectangular organizadas en torno a patios, rasgo que subsiste aún en la actualidad en diversas áreas mesoamericanas de alto porcentaje indígena. En ellas vivieron los campesinos y artesanos que abastecieron de alimentos y productos artesanales a la ciudad.Ante las expectativas de riqueza y desarrollo, la capital zapoteca alcanzó los seis kilómetros cuadrados de extensión, ocupados por edificios públicos y residenciales, en especial en el este y el sur de la Plaza Principal.